Coronavirus: el Obispo de Chascomús y su carta a los «queridos sacerdotes, hermanas y hermanos»

El importante documento, que tiene fecha de ayer, dirigido a sacerdotes y fieles de la iglesia católica, lo envió a nuestra redacción esta tarde el cura párroco de Monte, Ezequiel Piccioni.

ARCHIVO: El Obispo Carlos H. Malfa junto al Papa Francisco

LA CARTA EMITIDA POR LA DIÓCESIS DE CHASCOMÚS:

Chascomús, 17 de marzo de 2020.

Queridos sacerdotes, hermanas y hermanos:

Dice el Señor: “Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!” (Jn. 14,27)

Vuelvo a escribirles dado el dinamismo de la emergencia sanitaria que estamos viviendo e insisto en la necesidad de una conciencia informada, responsable y solidaria que derive en conductas preventivas, que detengan la propagación de la enfermedad y nos impulsen a cuidarnos entre todos. Es el mandamiento del Señor.

Las autoridades nacionales, provinciales y municipales trabajan por la salud de nuestro pueblo y debemos los ciudadanos estar atentos a cumplir y hacer observar las disposiciones orientadas a evitar cuidadosamente el contagio y la propagación del virus. Debe ser clara nuestra voluntad de cooperar con todas las medidas de prevención.

La recomendación primera es permanecer en casa, de un modo particular para los adultos mayores y quienes tengan complicaciones de salud, tenemos que cuidar los grupos de riesgo como deben hacerlo sus propios familiares. Estos hermanos siempre pueden unirse espiritualmente a la celebración de la Eucaristía a través de la televisión, radio o internet. Adjunto un instructivo para la transmisión de la Misa por medio de plataformas digitales.

Por ahora las iglesias y capillas permanecerán abiertas para la oración personal y para la celebración de la Santa Misa diaria y dominical, la confesión y la unción de los enfermos.

Es un servicio del que la Iglesia no puede privar a sus fieles, sobre todo en momento de tribulación. La Iglesia no puede olvidarse de ninguno de sus hijos.

Pido a los sacerdotes que celebremos la Eucaristía ofreciéndola por todo el pueblo. Conforme las dimensiones de cada templo pueden participar un pequeño número de fieles que no pertenezcan a los grupos de riesgo, con amplia distancia física entre los asistentes y con todas las precauciones sanitarias exigidas por la actual circunstancia, explicitadas en mi anterior carta del 13 de marzo y en conformidad con lo dispuesto por la Conferencia Episcopal Argentina.

Este mismo criterio se mantendrá para matrimonios y bautismos, limitándose la participación a los testigos, padres y padrinos respectivamente cuando no sea posible posponer la celebración.

Los encuentros de catequesis y reuniones quedan suspendidos en principio hasta el 3 de abril.

ARCHIVO: El Obispo Carlos H. Malfa junto al Papa Francisco

Con los recaudos pertinentes y la creatividad de la caridad ruego se dé continuidad a la acción de Cáritas, en los servicios de comedores y merenderos por ejemplo a través de la modalidad de viandas, y siempre con el mismo amor preferencial por nuestros hermanos más necesitados.

Pido a catequistas y agentes de pastoral que en unión con los párrocos sean creativos para estar cerca de los niños y jóvenes catequizandos y sus familiares. Del mismo modo las comunidades educativas de las escuelas católicas. Los medios de comunicación como WhatsApp y otras redes sociales hacen posible llevar el alimento espiritual a enfermos y ancianos, la catequesis a los niños, y la misión evangelizadora a todos los hogares.

En este sentido recomiendo a la Delegación de Catequesis elaborar subsidios para que los padres en este tiempo puedan continuar ellos mismos la catequesis de sus hijos y a la Delegación de Liturgia  preparar sencillos esquemas celebrativos en torno a la Palabra de Dios en los hogares.

Les recuerdo el pedido que les hice de rezar ininterrumpidamente para recibir los auxilios de Dios en esta pandemia de coronavirus y epidemia del dengue. Pensemos en los enfermos y sus familiares y tengamos un recuerdo intenso y agradecido por quienes están en primera línea inclinados sobre el dolor de los hermanos como médicos, enfermeras/os y todos los voluntarios y trabajadores de la salud.

También insisto en que el próximo jueves 19 de marzo en la solemnidad de San José que nunca falla, en sus hogares cada familia viva la experiencia de ser “Iglesia doméstica”, rezando unidos los  Misterios Luminosos del Santo Rosario por nuestra Patria y toda la humanidad. Los jóvenes de la Pastoral Juvenil de nuestra diócesis nos invitan a unirnos a ellos en el rezo del Rosario en vivo a través del canal de Instagram @pjuvenilchascomus, el jueves a las 19 hs. 

Que el distanciamiento social como medio de prevención y cuidado de la salud pública vaya acompañado de una gran cercanía espiritual de modo que, aunque físicamente aislados, nadie se sienta solo.

Cristianos y creyentes de otros credos, como también aquellos que no tienen fe pero buscan con sinceridad el bien común, podamos unirnos en sentimientos y acciones de cuidado, responsabilidad y solidaridad.

Renovemos nuestra confianza en el Señor que nunca nos abandona y nos repite: “Yo estaré siempre con ustedes…” (Mt. 28, 20).

Los abrazo y bendigo de corazón en Cristo y María Santísima.

Carlos H. Malfa, Obispo de Chascomús

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