La conmovedora carta de una joven a su cuerpo: «me gustaría pedirte perdón y darte las gracias…»

Se trata de la docente Eva Petre, «Evi», para los más allegados. Tiene tan solo treinta años de edad y es mamá de Thiago de ocho años.

La joven, nacida y criada en Monte, descendió -100- cien kilos y llegó a pesar ciento setenta kilos -170-. En el año 2015 se sometió a una Cirugía Tubular Gástrica en el Hospital Español de la ciudad de La Plata.

Su alimentación está cuidadosamente controlada por nutricionista y médico, y todos los días de la semana concurre a un gimnasio en zona céntrica (1 hora de actividad).

Sin temor al qué dirán, orgullosa por sus logros y el rotundo cambio en su vida, Evi no dudó en expresarlo, sin ocultar sentimiento alguno ni etapa plasmó su ejemplificadora historia en su cuenta de la red social Facebook.

«Hice CLICK Y por eso, hoy, también quiero darte las gracias. Eres mi cuerpo y te amo», dice la trabajadora social en su escrito que vale la pena leer y compartir.

«La nueva» Eva Petre
«La nueva» Eva Petre

«Querido cuerpo:

Hoy he decidido dedicarte unas líneas y escribirte una carta. Mediante ella, me gustaría pedirte perdón y darte las gracias…
Llevamos 30 años juntas, que se dicen fácil, ¿verdad? Pero las dos sabemos que nuestra relación no ha sido siempre fácil, sobre todo en los últimos años…

Hace un par de años me había alejado totalmente de vos. No me gustabas para nada, creía que tenías mil fallos que debía corregir para ser perfecta y así gustar a los demás (y a mí, eso creía).

Durante todo ese tiempo te maltraté física y psicológicamente. Me cuesta reconocerlo, pero ahora lo veo, así fue. Te criticaba, despreciaba, insultaba, ignoraba, no te escuchaba, no te alimentaba de manera adecuada, te machacaba… Incluso llegué a querer que no existieras…

Pero me di cuenta de que si vos no existías, yo tampoco lo haría. De que por la obsesión de querer «encontrarme a gusto conmigo misma» a base de intentar cambiarte sin respetar tu naturaleza y necesidades, a base de no estar a gusto con vos y de ir contra tuyo; dejé de lado muchísimas cosas que antes me importaban….

Dejé de lado a mis amig@s, a mi familia, mi pareja, mis sueños, mis ilusiones, mis planes de futuro, a vos, a mí misma… Dejé de vivir.

Por suerte, me di cuenta de todo ello. Hice CLICK Y por eso, hoy, también quiero darte las gracias.

Quiero darte las gracias porque gracias a vos, valga la redundancia, soy capaz de hacer tantísimas cosas… Gracias a vos puedo andar, pasear, correr y practicar cualquier deporte, bailar, cantar, besar, acariciar, abrazar, recibir besos, abrazos, caricias, sentir y dar placer, escuchar, hablar, saborear, oler, relajarme, respirar, VIVIR. Si VIVIR!!

Gracias a vos puedo vivir y disfrutar de la vida. Eres mi cuerpo, el único que tengo y el único que ha estado y estará conmigo toda mi vida. Y todavía nos queda mucho por vivir.

Por eso, prometo cuidarte, mimarte, escucharte, respetarte, amarte, valorarte, aceptarte, quererte… el resto de mi vida.

Es decir, prometo alimentarte adecuadamente, darte un respiro y dejarte descansar cuando necesites parar, hacer ejercicio no solo para que luzcas bien por fuera, también para que te sientas bien por dentro, prometo piropearte, dedicarte tiempo… jamás volver a lo que pasamos!!

Eres perfecto aún con tus imperfecciones, igual que yo. Porque vos sos yo y yo soy vos. Las dos somos una.
Eres mi cuerpo y te»
, dice textual la emotiva carta que le dedicó a su cuerpo.

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